Hubo al menos seis explosiones en tres iglesias y tres hoteles. Se decretó el toque de queda y se prohibieron «temporalmente» las redes sociales.
Una serie de explosiones en tres hoteles de lujo y tres iglesias en el centro de Sri Lanka dejó al menos 207 muertos y unas 480 heridos, según los últimos datos oficiales. Se trata del peor episodio de violencia en el país asiático desde el final de su guerra civil hace una década.
Las autoridades decretaron un toque de queda de 12 horas y prohibieron “temporalmente” el uso de redes sociales para evitar diseminar “información falsa”. Las detonaciones ocurrieron hacia las 8.45 (3.15 GMT), en al menos tres hoteles de lujo en Colombo y también en un iglesia de la capital y otra en Katana, en el oeste del país a unos 50 kilómetros al norte. Hacia el mediodía, una octava explosión fue registrada en la capital.
La cifra de víctimas fatales podría aumentar y se anunció que había tres personas detenidas. Fuentes médicas afirmaron que entre los fallecidos había ciudadanos británicos, holandeses y estadounidenses.
De una violencia poco habitual y cuya naturaleza exacta se desconoce, las acciones no han sido reivindicadas hasta el momento. El 11 de abril pasado, el jefe de la policía de Sri Lanka, Pujuth Jayasundara, alertó en una nota a los oficiales de alto rango de que un grupo musulmán radical planeaba ataques suicidas contra “iglesias importantes”.
Imágenes difundidas por los medios locales muestran la magnitud de la explosión en al menos una de las iglesias, con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos mientras la gente trata de socorrerlos.
El primer ministro esrilanqués, Ranil Wickremesinghe, condenó los “ataques cobardes”y dijo que su gobierno trabajaba para “contener la situación”. “Condeno enérgicamente los ataques cobardes de hoy contra nuestro pueblo”, tuiteó. “Hago un llamamiento a todos los esrilanqueses a permanecer unidos y fuertes en este momento trágico […] El gobierno está tomando medidas inmediatas para contener la situación”, agregó.
Los fieles celebraban hoy el Domingo de Resurrección, el día más importante dentro de los ritos de la Semana Santa.
Por otra parte, el presidente Mauricio Macri se solidarizó a través de un mensaje en su cuenta de Twitter: «Conmocionado por las noticias de los horribles atentados en Sri Lanka. En nombre de los argentinos quiero enviar nuestras condolencias y solidaridad con las víctimas y sus familias», escribió.
Sri Lanka, con una población de 21 millones de habitantes, es un país mayoritariamente budista que cuenta con unos 1,2 millones de católicos. Junto al 70% de budistas, los hinduistas representan un 12%, los musulmanes un 10% y los cristianos un 7%. Los católicos son percibidos como una fuerza unificadora ya que tienen adeptos tanto entre los tamiles como los cingaleses.